Angochagua
Historia

La Parroquia de Angochagua fue fundada con el nombre de “San Isidro Labrador de Angochagua”, con el pasar del tiempo, ha sido cambiada su denominación, quedando como “San Juan de Angochagua” nombre que se conserva hasta la actualidad. Parroquia rural del cantón Ibarra de la provincia de Imbabura. Pertenece a dicha jurisdicción por decreto del 6 de julio de 1861, dictado durante el primer gobierno del Dr. Gabriel García Moreno.
La influencia de los Sacerdotes era fuerte en las comunidades tales así que asignaban un Santo para que forme parte del nombre de la Parroquia.
Dándoles la oportunidad de celebrar rindiendo homenaje de religiosidad al Santo como un mecanismo para la integración de los habitantes y a la vez de promover las fiestas religiosas, tradiciones y costumbres de la Parroquia. Por ejemplo: La Fiesta de San Juan se la realiza en junio de cada año, siendo una de las festividades más sonadas y destacadas de la región en especial del sector Indígena.
La Parroquia de Angochagua tiene 159 años de vida eclesiástica y civil, por el mismo hecho de que lleva el nombre de un Santo y civil porque está registrada y reconocida legalmente dentro de la Provincia de Imbabura.
Antiguamente como denominador común las aldeas de Carangues y Cayambes se establecieron en las laderas y bases de los ríos por tener su subsistencia en los cultivos de maíz, papas, y quinua, como su principal alimentación.
Cabe destacar que el territorio de Caranqui presenta dos aspectos comunes en cuanto a su manifestación cultural: las pirámides y los montículos funerarios, así tenemos por ejemplo importantes complejos arqueológicos ubicados en la actual Parroquia de Angochagua, Comuna de Zuleta.
A raíz de la derrota de los Cayambes y Carangues por los Incas, la población masculina disminuyó a consecuencia de la guerra y esta fue sometida a deportaciones. La base de la Organización Social de estos pueblos era el ayllu el que en la época colonial se le conocía como parcialidad.
En una etapa posterior, aunque ya desde la colonia, las Comunidades indígenas se vinculaban e identificaban con las haciendas. Aún ahora sólo es posible entender algunas dificultades existentes entre comunidades debido a la rivalidad entre haciendas. Se puede determinar que a nivel de ayllu no existía la propiedad privada de la tierra.
La actividad productiva era ejercida por todos sus miembros o pobladores. Esto hace entender que existía un trabajo en equipo organizacional donde todos trabajaban por un bien común.